‘Pasiones’ Galería Sala XIII. SONIA MORENO

CRÓNICA DE MADRID 25 Noviembre 2000

SONIA MORENO

Madrid, 2000

La obra de Belenguer llega a Torrelodones con aires insulares
‘Pasiones’ se exhibe del 1 al 30 de diciembre en la Sala XIII.
Carmen Belenguer vive desde hace veintitrés años en Madrid, pero su ciudad natal, Ibiza, aparece constantemente en su obra, con referencias a sus colores, su luz y su calidez, y ello puede observarse en ‘Los aires mediterráneos’. Antonio y Laura, directores de Sala XIII, donde se expone la obra de Carmen Belenguer, conocieron su obra en 1996 en otra galería de Torrelodones, donde adquirieron un cuadro de la pintora. En marzo de 2000, al inaugurar su propia sala quisieron contar con su obra, en una exposición colectiva. En esta ocasión, Carmen lo hace en solitario. ‘Es la exposición individual número 13 y la sala también se llama XIII, ¡vaya coincidencia! Me gusta porque a mí este número también me agrada, y no soy supersticiosa, por lo que la cifra conlleva’. La unión entre los cuadros es la luz, que siempre está presente. ‘Siempre sale Ibiza, donde nací y viví hasta los 22 años. El Mediterráneo es repetitivo en toda mi obra’. En sus series, el motivo es el mismo pero contado de diferente modo. Los colores son algo innato en ella. ‘El color es la vida, porque la vida tiene todos los colores. Para mí el color es la forma de hablar, me es difícil contenerme al color, a veces hasta me maneja’. Carmen Belenguer se dedica desde hace un año al grabado. Técnica que le ha reportado el reconocimiento en el Premio Nacional de Calcografía ‘Jóvenes Creadores’. En la muestra, que se abrirá el próximo uno de diciembre, se puede ver su trabajo en este campo, con cinco grabados. El óleo ha sido su pasión desde que ingresara en la Escuela de Artes y Oficios de Ibiza, para más tarde, al trasladarse a Madrid, ingresaría en diferentes academias. Los críticos califican la pintura de Belenguer como ‘abstracto lírico’. La corriente abstracta es clara en todos sus cuadros, y el adjetivo lírico puede deberse a que Carmen siempre plasma sentimientos en el lienzo. ‘Las fisuras están presentes en el cuadro para dar a entender que ahí hay algo contundente, que puede ser alegría, contención…’, significa la autora. De hecho en los cuadros se puede observar dos fondos, uno inferior oscuro y rotundo, y en la superficie predominan los colores cálidos