Individual Sala de Cultura ‘Sa Nostra’. José Manuel Piña

DIARIO DE IBIZA

José Manuel Piña

Ibiza, 1997

Contraste generacional
La casualidad ha hecho coincidir en Eivissa y en el mismo día la inauguración de dos exposiciones pictóricas que de alguna manera son el contrapunto una de la otra. Narcís Poget Viñas y Narcís Puget Riquer, por un lado, y Carmen Belenguer, por otro, acaparan estos días la atención de los amantes del arte de los lienzos y los pinceles. Ambas muestras no tienen nada que ver entre sí, pero es muy posible que la segunda no hubiese sido posible sin la primera y que la primera se hubiera quedado sin contrastes de no haber sido por la segunda. El Museo de Arte Contemporáneo (MAC) acoge desde el martes la doble exposición a través de la que por fin los pitiusos podemos familiarizamos con el arte de los que se conocen como los padres de fa pintura ibicenca, probablemente con toda justicia. .Por otro lado, Carmen Belenguer se sitúa en el extremo opuesto de la pintura. La artista ibicenca, aunque residente en Madrid desde hace muchos años, practica un estilo abstracto, para entendernos, pero en el que también cobra una suma importancia la luz del Mediterráneo que ella recrea de memoria, con el corazón y con sus pinceles. Su obra más reciente se exhibe estos días en la sala de cultura de Sa Nostra, después de diez años de ausencia de las galerías pitiusas. La Belenguer era hasta ahora mismo una ilustre desconocida para muchos de nosotros que sólo sabíamos de su sensibilidad por la vena poética que cultivaba en su primera juventud. Ahora, cuando es todavía una chavala, presenta una colección de cuadros muy maduros, pero sobre todo muy alegres, porque, como ella misma cuenta, le horrorizan los cuadros tristes. No es difícil descubrir a través de sus lienzos el alma de una artista que, sin tener una relación directa con los Puget, ha heredado en cierta manera, este sentido de la luz y del color que alegra la obra de nuestros ‘narcisos’. Desde que ellos inauguraron esta saga artística, en las Pitiüses han florecido un sinfín de pintores que componen un mosaico con perfiles más interesantes que otros, pero tremendamente rico y de gran futuro